La aparición de San Martín Caballero

Siguiendo en este homenaje a mi abuelita adorada, quiero compartirles una historia que ella me relato muchisimas veces y estoy segura que a ustedes les parecerá también una verdadera historia asombrosa:

 

Como ustedes saben, los abuelos son las personas más sabias, no sólo por su experiencia en la larga vida que han llevado, si no también son dueños de las mas fabulosas historias jamás contadas y vividas directamente por ellos o por alguien cercano, esta historia le ocurrió al padre de mi abuela (q.e.p.d.), cuando ella era muy pequeña; a su papá (mi bisabuelo) le gustaba tomar pulque con sus amigos antes de regresar de trabajar en el campo a su casa, cierto día, la charla se alargó más de la cuenta, y su esposa (madrastra de mi abuela), se encontraba ya desesperada y asustada pensando que algo malo le había pasado a su marido, eran ya altas horas de la noche, y aún no sabían nada de él ni de alguno de sus amigos con los que solía convivir.

La madrastra de mi abue, comenzó a rezarle a una imagen de San Martín Caballero que tenía en su hogar, para que le llevara de regreso a casa sano y salvo a su esposo.

Mientras que del otro lado mi bisabuelo salía en ese momento de la pulquería totalmente ebrio y sin saber nada de nada, de repente, escuchó un galope de caballo que se acercaba a gran velocidad hacia él, como cada vez se acercaba más y más, mi bisabuelo voltéo la mirada y se topó con un extraño hombre montado en un hermoso caballo blanco y vestido con ropas extrañas, parecido a una túnica roja y con un casco que llevaba un singular plumero blanco en la parte de arriba, y que se dirijía a esa misma dirección.

Al pasar a su lado, mi bisabuelo sintió como este extraño ser, lo tomó por la cintura y sin detenerse, lo subió al caballo y a galope lo llevaba frente a él, mi bisabuelo al llevarse tremendo susto hasta la borrachera se le pasó, pero lo curioso, es que el comentaba, que trataba de zafarse de la fuerza de aquel hombre y le lanzaba golpes tratando de golpearlo para que lo soltara, pero su sorpresa y su miedo fué mayor al ver que soló lanzaba golpes al viento, ya que apesar de ir frente a aquel hombre, no podía atinar a nada.

Finalmente, llegaron a la casa de mi bisabuelo en donde los esperaba con ansia su esposa y mi abuelita que era una niñita, al llegar al frente de la casa, el jinete se detuvo y con suavidad y delicadeza, tomó a mi abuelo por la cintura y lo depositó en el suelo para enseguida emprender el galope una vez más y perderse entre las sombras siniestras y solitarias del campo.

Mi bisabuelo, totalmente sobrio y asustado corrió al interior de su casa al perderlo de vista, y de inmediato le contó su extraña aventura a su esposa, quien sorprendida le mostró la foto de San Martín Caballero, a quien ella se encomendó para que lo trajera de vuelta a casa sano y salvo, y para gran sorpresa de mi bisabuelo, aquella foto, no era si no el extraño hombre de extraños ropajes y caballo blanco.

Cierto o falso, esta historia me fué contada por mi abuelita una y mil veces, y pienso... no hay necesidad de inventar algo así, y definitivamente creo, que en este mundo hasta las cosas más extrañas se pueden lograr por medio de la fé...