Historias de fantasmas, o las alucinaciones de pena

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Imagen por Nad Renrel

Las alucinaciones de pena son una reacción normal al perder a alguien cercano y son una parte común del proceso de duelo. Pero es sorprendente cómo a la gente le avergüenza decir que han experimentado una alucinación por temor a lo que digan los demás. 

Y es que las alucinaciones están vistas como parte de una enfermedad mental, o por el uso de drogas prohibidas. Pero en este caso no son indicativas de ninguna de estas dos posibilidades. Las alucinaciones pueden ocurrir en personas sanas durante momentos de estrés.

A pesar de lo comunes que son este tipo de alucinaciones, no hay mucha investigación sobre el tema. Un artículo muy interesante sobre las alucinaciones de pena fue publicado por Carlos Sluzki en Transcultural Psychiatry.

Las alucinaciones son síntomas psicóticos, pero las que son debido a la pérdida de un ser querido, son los síntomas psicóticos más frecuentes en las personas sin enfermedades mentales. O sea es algo común, no significa que la persona que la sufre, se pueda volver o sea psicótica.

Y no nos referimos sólo a personas, sino también a mascotas. Por ejemplo, Carlos Sluzki comienza su estudio refiriéndose a la pérdida de su gato, al cual todavía sentía a pesar de que había muerto.

Sluzki lo veía como sombras en el límite de su campo visual, pero a medida que el duelo pasaba fue dejando de verlo. Un estudio sobre personas mayores, descubrió que el 80% admitía haber sufrido alucinaciones de su pareja que había fallecido recientemente. Incluso un tercio de los entrevistados reportó haber mantenido conversaciones con los muertos.

Esto no significa que se hayan vuelto locos, sino que estas alucinaciones se deben al estrés que están sufriendo por la tristeza y el luto.

La mayoría de las veces este tipo de alucinaciones son vistas con buenos ojoso, sea provocan placer, al poder ver o sentir nuevamente al ser querido, pero otra veces no es así. Cualquiera sea el caso, las alucinaciones de pena se van yendo a medida que uno lidia con el luto y la tristeza se va yendo.

 

Fuente: DePsicologia.com