Una abuela y su nieto son pareja y esperan un hijo

Ella es Pearl Carter y tiene 72 años. Él es Phil Bailey y tiene 26. Ambos viven en Indiana (EEUU) y dicen que se quieren y que quieren tener un hijo juntos. Hasta ahí sería una historia más de una mujer madura que se enamora de un jovencito, pero la cuestión va más allá porque les une un parentesco: son abuela y nieto, según publica el diario 'Mirror'.
Ambos esperan un bebé gracias a que han contratado a una madre de alquiler, Roxanne, de 30 años, a la que por ahora han pagado 20.000 dólares con los ahorros de ella.
Una historia rocambolesca
Todo empezó cuando Pearl se quedó embarazada a los 18 años y tuvo que dar a su bebé en adopción puesto que la familia lo consideraron una deshonra al no estar casada.
Posteriormente se casó y no tuvo hijos por lo que decidió buscar a la hija que había dado en adopción, pero hace 15 años que cesó en su intento de encontrarla.
En 1983, la hija de Pearl que se llama Lynette, tuvo su propio hijo, Phil, al que crió soltera. Cuando Phil cumplió la mayoría de edad, Lynette le confesó que ella había sido adoptada. A los pocos meses ella murió a consecuencia de un cáncer cerebral y Phil empezó a buscar a su familia biológica y encontró la dirección de su abuela.
La primera vez que se vieron abuela y nieto, ahora novios, fue en el 2006. "Desde el primer momento que lo vi, supe que nunca tendría una relación típica entre abuela y nieto. Por primera vez en años sentí deseos sexuales", confiesa la anciana. Phil Bailey confiesa lo mismo: "Yo quería besarla allí mismo. Mis sentimientos eran abrumadores".
Ella le llevó a su habitación y en su cama le besó. "Gracias a Dios, no me rechazó", declara Pearl. Ambos se muestran felices y dicen que no tienen nada de lo que avergonzarse. "Yo no estoy interesada en lo que opinen los demás. Nos amamos y pronto vamos a celebrar la llegada de mi hijo o hija y Phil será el padre orgulloso".
Los médicos reconocen que existe un síndrome llamado genética atracción sexual, que ocurre entre parientes cercanos.

Un mapache le arranca el pene al hombre que intentaba violarlo

Un mapache.
Alexander Kirilov, un ruso de 44 años, estaba pasando el fin de semana con sus amigos, se emborrachó y se le ocurrió que sería divertido penetrar a un mapache. Sin embargo el animal, asustado, saltó sobre el agresor y le asestó una dentellada en el pene, según ha informado el diario británico The Sun.

"Cuando vi el mapache pensé en pasar un buen rato", declaró Alexander a los cirujanos moscovitas que se quedaron sorprendidos cuando vieron la calamidad.
Los cirujanos plásticos rusos están intentando restaurar sus genitales, que han quedado destrozados después de la brutal mordida del mapache agredido.
Uno de los amigos que asistieron al suceso ha comentado que aunque puede que su pene vuelva a funcionar de nuevo lo que los cirujanos no pueden hacer es reconstruir lo que el animal arrancó. "Eso se ha ido para siempre, así que no tendrán mucho con lo que trabajar", ha sentenciado.

El Ministerio de Defensa indio estudia a un hombre que asegura llevar 74 años sin comer y beber

Prahlad Jani, más conocido como Mataji, un ciudadano indio que asegura que ha pasado los últimos 74 de sus 82 años de vida sin comer ni beber, está siendo estudiado por el departamento científico del Ministerio de Defensa indio con el fin de determinar si tiene cualidades especiales y ver si de algún modo podrían aplicarse a otras personas en situaciones extremas.

El hombre se encuentra ya bajo observación durante un periodo de quince días por parte de expertos del Instituto de Psicolocía y Ciencia Aliada de Defensa (DIPAS), que quieren averiguar si su caso puede aplicarse a otras personas. La observación está teniendo lugar en el hospital Sterling, en Ahmedabad, en Gujarat, donde ya se estudió su caso en 2003 y se llegó a la conclusión de que realmente puede vivir 'del aire'.

"Jani ya fue sometido a diez días de examen en el hospital en 2003 y el neurofísico Sudhir Shah y su equipo certificaron que Jani realmente vivía sin comer ni beber. Además, tampoco orinaba ni hacía deposición", recordó el director del DIPAS, G. Ilavazhagan. Normalmente se estima que las personas pueden sobrevivir sólo tres o cuatro días sin beber y alguna semana sin comer.

Jani asegura haber sido bendecido por la naturaleza a los 8 años y desde entonces no haber ingerido alimentos ni bebido agua porque tiene un agujero en su paladar, por donde, según él, se filtran gotas de agua.

Según Ilavazhagan, al Ministerio de Defensa le interesa el caso de Jani porque "hay soldados en zonas fronterizas donde los alimentos y el agua no están fácilmente disponibles". "Queremos determinar la fuente de energía de Jani y si ésta puede transferirse a los soldados o ser utilizada por ellos de alguna manera, sería muy beneficioso", añadió.

"Podría ayudar a elaborar estrategias para la supervivencia durante desastres naturales, condiciones extremas y exploraciones extraterrestres como las futuras misiones a la Luna y Marte", explicó el responsable indio, citado por la prensa local, asegurando que si llega a alguna conclusión clara "lo anunciaremos al mundo".

 

"Jani dice que medita para conseguir energía. Nuestros soldados no serán capaces de meditar, pero aún con todo podríamos averiguar más sobre el hombre y su cuerpo", reconoció.

Por su parte, el doctor Shah explicó que se someterá al anciano a distintas pruebas como "ecocardiogramas, análisis de sangre y orina" además de observar su actividad cerebral. Según indicó, cuando se hicieron las primeras pruebas se llegó a la conclusión de que el desarrollo del cerebro de Jani correspondía al de una persona de 25 años, por lo que ahora quieren ver si ha envejecido en este tiempo.

El facultativo relató que cuando se realizaron las otras pruebas en 2003, Jani consiguió reducir la orina de su vejiga de 120 mililitros a 50 como se le había pedido "sin expulsarla". "Por la noche, le pedimos que lo redujera a cero y, en el tiempo estipulado, no había ni una gota de orina en su vejiga", añadió, subrayando que "los humanos tienen que expulsar la orina para sobrevivir, si no lo hacen sus riñones fallan".

Paris Hilton entierra a su cabra junto al nicho de Marilyn Monroe

paris_hilton.jpg

Los caprichos de los ricos y famosos suelen hacer las delicias de aquellos que disfrutan de las miserias ajenas. El periodista David Escamilla ha recopilado para ellos en un libro algunas de estas extravagancias derrochadoras reflejo de que una abultada cuenta corriente no es sinónimo de buen gusto.

"Anécdotas de millonarios" (Cúpula) ofrece una somera selección de estas excentricidades, que según deja entrever el autor daría casi para una enciclopedia del malgasto, en la que la mediática París Hilton ocuparía un lugar de honor.

Más allá de su afición al "dolce far niente" -y por los saraos donde en un arrobo perdió su suculenta agenda, repleta de famosos que vieron luego sus teléfonos colgados en internet- de la biznieta del fundador de la cadena Hilton, Escamilla destaca su adoración por los animales, un cariño que le llevó a pagar una suma extraordinaria para comprar un trozo de tierra junto al nicho de Marilyn Monroe para enterrar...a su cabra.

Los caprichos de Hilton

Otra conocida compradora compulsiva es Victoria Adams, alias la Spice "pija" (Posh), o conocida también como señora Beckham tras su matrimonio con el ahora jugador del Milan. Escamilla relata cómo esta mujer es capaz de gastarse en una tarde de aburrimiento 350.000 euros en ropa y algunos complementos: veinte pares de zapatos Dolce&Gabana, doce pares de gafas Versace o un reloj Rolex.

El recientemente fallecido rey del pop Michael Jackson fue indudablemente un genio de la música, pero según explica el autor del libro la sobriedad no estaba entre sus virtudes. Muchos hubieran pagado por haber paseado por su rancho de Neverland en sus momentos de esplendor -un verdadero Xanadú de la estridencia- donde las momias egipcias, de las que poseía varias, se mezclaban con las estatuas de piedra de los personajes más populares de Walt Disney que decoraban los jardines, combinadas con escenas de la Biblia.

Una bolera en casaDavid Escamilla -autor también del libro de conversaciones "Rubianes 100x100"- no se olvida en este recopilatorio del derroche abusivo del productor Aaron Spelling (1923-2006) -alma mater de series míticas como "Los ángeles de Charlie" o "Dinastía"- y propietario de una de las mansiones más increíbles de Beverly Hills, un lugar donde precisamente hay muchas mansiones increíbles.

El "lerele" del fallecido productor de "Sensación de vivir" -serie donde "enchufó" a su hija Tori- tenía 123 habitaciones, una bolera, una pista de patinaje sobre hielo, un jardín de rosas en el techo del garaje y dos habitaciones exclusivamente destinadas a envolver regalos.

Incidencia de los ricos

Aunque Escamilla hace especial incidencia en los ricos manirrotos, el libro incluye un apartado para los que a pesar de sus inmensas fortunas vivían mirando cada céntimo que gastaban, como el magnate del petróleo Jean Paul Getty (1892-1976), una de las primeras fortunas en superar los 1.000 millones de euros y que instaló teléfonos con monedas en su propia casa para las visitas.

Inevitablemente, el lujo asiático tenía que contar con un capítulo propio, y con un protagonista en particular, el príncipe de Brunei, que desde hace una década mantiene un litigio judicial con su padre y hermano, por una cantidad de dinerillo apropiada, al parecer, de forma indebida, señala el autor, unos 14.800 millones de dólares. En defensa del príncipe, su abogado ofrece un argumento demoledor: "El príncipe ha disfrutado de una riqueza inimaginable, toda su vida. ¿Ahora va a tener que coger el autobús?

Si en vida hay ricos maniáticos, con el deceso otros no se quedan atrás. Están los que quieren que sus cenizas vuelen en el espacio, el típico que deja su fortuna al perro o quien la lega a su viuda, siempre y cuando se vuelva a casar, como dejó en su testamento el poeta alemán Heinrich Heine (1797-1856). "Al menos así habrá un hombre al que le pese mi muerte", expresó como voluntad.