El culto a la Santa Muerte


Para sus devotos, la señora, como la llaman afectuosamente, es capaz de aparecerse y manifestarse corporalmente o imprimir sus imágenes en diversos lugares, en libros y revistas en los que se promueve su culto, narran las intervenciones milagrosas que han vivido, en las que la santa muerte los ha librado de múltiples peligros y les ha ayudado a resolver problemas complicados.
¿Qué decir al respecto? Es un culto más que en este caso se manifiesta dando características humanas y divinas a un fenómeno tan natural como la muerte, que no es ni una persona ni siquiera una cosa o fuerza. Podríamos definirla simplemente como el término de la vida. En diferentes culturas ha tenido muchos nombres, siempre esta presente.


La 'Santa Muerte', imagen adorada en México

Son muchas las representaciones que existen de la muerte, así como nombres que tenido a lo largo de la historia, ya que muchas culturas la han adorado; en la actualidad es la imagen esquelética vestida con una túnica la imagen que la representa, se puede encontrar de diferentes colores cada uno simboliza algo en particular.



Dependiendo de la petición del fiel, es el color de la muerte que se debe de escoger para colocar en el altar: Blanca, salud; negra, fuerza y poder; morada, para abrir caminos; café, para embocar espíritus del más allá; verde, para mantener unidos a los seres queridos; roja, para el amor y la amarilla, para la buena suerte.


Se dice que su día oficial es el 15 de agosto, declarado como "Día de la Santa Muerte" por sus fieles.

Aunque la Iglesia Católica condena esta veneración, denominándola como "pecaminosa", algunos asocian esta práctica con la Iglesia. Mientras tanto a la mayoría de sus seguidores parece no importarle la contradicción entre su religión y el culto pagano a "La Santa".


Por ello, se organizan rituales similares a los cristianos, incluyendo procesiones y oraciones con el fin de ganar su favor. Muchos hasta llegan a erigir su propio altar en su hogar, oficina o negocio para sentirse protegidos por ella. El altar suele consistir de una estatuilla cuyas medidas va de 15 centímetros a tamaño humano, rodeada de distintas ofrendas, entre las cuales se encuentran arreglos florales, frutas, inciensos, vinos, monedas, dulces y golosinas, además de velas, cuyo color varía de acuerdo a la petición.


La gente acude a ella para pedirle milagros o favores relacionados con el amor, la salud o el trabajo. Por otro lado, también se le pide por fines malévolos, tales como la venganza y la muerte de otros. Sus simpatizantes suelen identificarse al portar algún dije o escapulario de su imagen, mientras que otros optan por llevar su figura de manera indeleble, al tatuársela en la piel. Como elementos indispensables se exigen los puros, los cuales deben estar constantemente encendidos, y el imprescindible pedazo de pan. El escritor y poeta mexicano Homero Aridjis, autor del libro "La Santa Muerte", ha seguido y ha documentado este fenómeno desde muy cerca.



Inicialmente su devoción era exclusiva de criminales, incluyendo contrabandistas, pandilleros, ladrones y prostitutas, quienes suelen hacerle peticiones, tales como el librarles de las balas de la policía o de cualquier otro mal, como por ejemplo, la cárcel.

Contradictoriamente, es fácil encontrar devotos del otro lado de la ley, entre ellos militares y policías, quienes piden una bendición para su pistola y sus balas. Incluso, la devoción a "La Flaca" se ha convertido en algo popular dentro de la elite política y empresarial. Aquellos que acuden a su altar la veneran como si fuese una santa, persignándose y rezándole para que se cumplan sus peticiones.



El apego a esta creencia (Entendemos como superstición a la creencia que tiene fundamento en causas sobrenaturales o desconocidas). Se ha extendido al territorio estadounidense con la inmigración de varios de sus discípulos, quienes afirman haber entregado su travesía a su "santa", llevando entre sus ropas imágenes de ella para mantener su continua protección. Debido a la creencia de que prefiere no ser llamada por su nombre, se dice que la muerte agradece si es nombrada con cariño con el uso de alguno de sus apodos favoritos, tales como "La Comadre", "La Bonita", "La Flaca", "la Señora" o "La Niña".


La Santa Muerte es adorada y su rito ha sido prohibido y criticado por la Iglesia Católica, una escultura de un cuerpo esquelético envuelto en una túnica; recibe ofrendas como puros, alhajas y hasta vestidos de novia de quienes la invocan para conseguir marido. El misticismo es una doctrina filosófica y religiosa que admite la realidad de una comunicación directa y personal con Dios por intuición o éxtasis. Hoy la veneración a esta deidad se extiende por varias regiones del territorio mexicano, siendo narcotraficantes y otros delincuentes sus más fervientes creyentes. Los fieles creyentes de la Santa Muerte están en descontento. El gobierno mexicano canceló el registro al grupo religioso bajo el argumento de que violó sus propios estatutos.


"Al haber registrado un objeto de culto y dedicarse a otro, se afecta gravemente el objeto de la asociación religiosa y se les retira el registro en garantía de las personas que profesan esta confesión", argumentó Armando Salinas Torre, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.( Barranco, Bernardo,2005)

A pesar de que la Iglesia de Roma siempre ha repudiado esta práctica, que antecede al conquistador español Hernán Cortés, está integrada por 15 parroquias en Los Ángeles, California, y una en México. El culto pagano a la Santa Muerte, que recientemente ha cobrado popularidad, cuenta con dos millones de creyentes en México y es venerada en el barrio de Tepito, en el centro de la capital mexicana.

El significados simbólicos


La ropa que viste la Santa Muerte tiene un significado especial. En primer lugar está su túnica que la cubre de la cabeza a los pies. Su simbolismo es sencillo
pero profundo. Es la forma en que ocultamos nuestra verdadera apariencia tras otra. Así como la tela cubre al esqueleto que representa a la Señora, así nosotros ocultamos con nuestra carne el interior, aquello que nos delata como humanos y que tratamos por todos los medios de disfrazar.

Con ropaje elegantemente decorado y del tamaño de una persona, la imagen de la Santa Niña Blanca muestra su guadaña mientras sostiene al mundo sobre la palma de la mano izquierda, en una vitrina colocada en la entrada de la Parroquia de la Misericordia, ubicada en la Colonia Morelos.

Pensemos que una cara bella lo es por la piel y el color de la misma. Pero si
escarbamos hallaremos la calavera que en poco se distingue de la que trae
nuestro vecino, nuestro compañero del trabajo, nuestro mejor amigo o nuestro más odiado enemigo. De allí que la túnica de la Santísima sea la cubierta, el
disfraz con que la Santísima oculta el destino que todos llevamos en nuestro
cuerpo. En la mayoría de las representaciones la túnica de la Señora es blanca.

La Guadaña. Este instrumento de labranza representa la justicia implacable, no de ella si no del ser supremo que gobierna y rige la vida de todos, es la naturaleza misma que nos impone morir un día para cumplir con el ciclo iniciado al nacer. Todo cae finalmente bajo la guadaña de su muerte. y su vez esa hoz larga y siniestra, nos indica que en el camino de la muerte no hay distinciones. Es signo de equidad y armonía.

El Mundo. Su significado es muy claro, la señora no tiene fronteras está en todo lugar y no distingue entre los diferentes hombres que habitan La tierra, pues toda esta es suya.

La Balanza. Este instrumento es una clara alusión ala equidad, la Justicia y la imparcialidad. También representa la voluntad divina. Normalmente la balanza se usa para realizar un trabajo o para indagar la verdad sobre un suceso.

El reloj de arena. Es la medida de tu vida sobre la tierra, es un reloj de arena porque basta con girarlo para volver a comenzar. Esto es muy importante ya que tu vida, como la de todos, es cíclica la muerte es solo un cambio, algo semejante a voltear el reloj y comenzar de nuevo.

Los fieles


En la región del norte del país el culto a la Santa Muerte está acompañado con la veneración a Jesús Malverde, el “Santo de los Narcos”, cuyas imágenes aparecen continuamente en los domicilios que catean las autoridades cuando detiene a grupos por tráfico de drogas.

En los mercados populares de México, donde se pueden comprar yerbas, veladoras y artículos religiosos para combatir el “mal del ojo” y todo tipos de “brujerías”, la Santísima Muerte aparece junto con las imágenes de los santos tradicionales del catolicismo.

Se pueden encontrar oraciones y rezos para pedirle favores, fundiéndose en su sincretismo religioso con el catolicismo. Todo lo anterior provocó que la Iglesia católica de México saliera a condenar el culto a la Santísima Muerte.

En su publicación oficial “Desde la Fe”, la Iglesia rechazó que forme parte de los santos de esa religión y advirtió a sus feligreses contra ese culto.

“Los narcotraficantes siempre han sido muy religiosos, no son individuos ateos. Al contrario son muy superticiosos”, aseguró José María Infante, doctor en psicología y director de Investigación en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Nuevo León.

Infante agregó que “los narcos” siempre han tenido cultos muy particulares y encontraron en la Santa Muerte una imagen que los represente.

“Es una figura que está muy acorde a sus actividades donde la vida y la muerte están estrechamente unidas”, precisó José María Infante. Comentó que los narcotraficantes son concientes que en esa actividad en cualquier momento pueden morir, para ellos la vida y la muerte es una experiencia cotidiana, porque saben que a veces tienen que matar o ser asesinados.