Por el momento la Fiscalía aprecia indicios de delito en las cicatrices producidas en los dos menores de 13 y 15 años, y no así en las de la joven de 18, ya en edad adulta, que al parecer sí dio su consentimiento para que se la marcara con el hierro al rojo vivo.

La ex mujer de Seamands y madre de los tres adolescentes, Alison Davids, afirmó en el juicio en declaraciones recogidas por Kiro TV que a su hijo de 13 años se le hizo la marca en el pecho; al de 15 años en un brazo y a su hija de 18 años se le aplicó el hierro candente en una pierna.

"No sé si alguna vez ha visto al ganado ser marcado, pero yo sí; gimen, y no paran de gritar y lanzar alaridos. No es bonito de ver", afirmó Davids durante el juicio.

Orgullosos de las marcas

Por otro lado, los miembros del jurado también escucharon el testimonio de la abuela de los adolescentes, que afirmó que quedó conmocionada cuando vió las cicatrices sobre los cuerpos de sus nietos, más cuando uno de ellos le enseñó un vídeo grabado en su teléfono móvil del momento en que fue marcado con el hierro candente.

Los dos menores comparecerán en el juicio, y según Kiro TV lo más probable es que en su testimonio defiendan a su padre, pues han afirmado sentirse orgullosos de las marcas que éste hizo en sus cuerpos y no consideran que su progenitor les hiciera nada malo.

Se trata de una idea que rechazan tanto la Fiscalía como la madre de los adolescentes, que considera que esta práctica es, vista desde cualquier perspectiva, una muestra de abuso infantil.

Un ciudadano estadounidense está siendo procesado en el estado de Washington (noroeste) por supuestamente haber grabado con un hierro al rojo vivo un mensaje en el cuerpo de sus tres hijos para mostrar su propiedad sobre ellos, informó este lunes el canal de televisión local Kiro TV.

La Fiscalía sostiene que el acusado, Mark Seamands, marcó a su hija de 18 años y a sus dos hijos de 15 y 13 años con un hierro candente las letras "SK", iniciales correspondientes del mensaje 'Seamand's Kids' (los hijos de Seamand).